viernes, 23 de agosto de 2013

EL ORIGEN DE LAS LENGUAS Y LA TORRE DE BABEL


Babilonia, la ciudad cosmopolita cuyo nombre antiguo Babel, se aproxima a la palabra confusión y que repetidas veces fue el centro de extensos imperios. Estaba construida totalmente de ladrillos en el delta del Tigris y del Éufrates, y sus templos en forma de pirámides recortadas parecían sin concluir.
 Pero, ¿qué acontecimientos marcaron la historia de Babilonia? Uno de ellos y el que nos interesa en esta ocasión es la Torre de Babel, lugar donde según la Biblia se originaron las lenguas. 
“Toda la tierra hablaba una misma lengua y usaba las mismas palabras. Al emigrar los hombres desde Oriente, encontraron una llanura en la región de Sinear, y se establecieron allí. Entonces se dijeron unos a otros: “Vamos a hacer ladrillos y cocerlos al fuego.” El ladrillo reemplazó la piedra y el alquitrán les sirvió de mezcla. Después dijeron: “Construyamos una ciudad con una torre que llegue hasta el cielo. Así nos haremos famosos, y no nos dispersaremos por todo el mundo”.
Yahvé bajó para ver la ciudad y la torre que los hombres estaban levantando, y dijo Yahvé: “Veo que todos forman un solo pueblo y tienen una misma lengua. Si esto va adelante,  nada les impedirá desde ahora que consigan todo lo que se propongan. Pues bien, bajemos y confundamos ahí mismo su lengua, de modo que no se entiendan los uno a los otros.”   
Así Yahvé los dispersó sobre la superficie de la tierra, y dejaron de construir la ciudad. Por eso se la llamó Babel, porque allí Yahvé confundió el lenguaje de todos los habitantes de la tierra, y desde allí los dispersó Yavé por toda la tierra“.    
En la perspectiva del relato, este fenómeno cultural aparece como un nuevo intento de la humanidad de construirse un mundo al margen de Dios y, en cierto modo, de superar sus límites y ser como Dios. Tal proyecto, grandioso a los ojos del hombre pero insignificante a los de Dios.  Este es según la Biblia el verdadero origen de las lenguas. 
En la realidad no todos coinciden en lo planteado en la Biblia sobre el origen de las lenguas y es que esta historia bíblica no tienen fundamento alguno, sabemos que existe Dios, pero en este punto podríamos decir que la Biblia exagero de alguna manera, pues es muy poco creíble que los idiomas surgieran a partir de la confusión de lenguas que Dios llevo a cabo ante la “revelación” del hombre.
Incluso existe una técnica llamada glotocronología la cual es una división de la lingüística encargada de fijar la antigüedad de las lenguas. Según los cálculos del profesor Johanna Nichols, expuestos en 1998 ante la Academia de Ciencias de California, la edad del lenguaje humano es superior a los 130.000 años si tiene un origen monogenético y 100.000 si es poligenético, procedente de al menos 10 cepas distintas. Si esto fuese así, entráramos a un debate respecto a los años de existencia de la humanidad según la Biblia y las publicaciones del profesor Nichols, sobre la antigüedad de las lenguas. Es decir que los datos no concuerdan, es posible que los idiomas surgieran miles de años antes del relato bíblico. Y si esto fuese así aceptaríamos la teoría de muchos científicos: “El hombre en su necesidad de comunicarse, empezó a utilizar sus propios medios de comunicación. Comenzó a hacerlo a través de gestos, sonidos, señales de humo, tambores, pinturas y gemidos. Este proceso comunicativo fue evolucionando con la misma transformación del hombre, combinándose hasta producir un sonido articulado, convirtiéndose la comunicación en una necesidad, lo que denotaba un nivel de superioridad en el desarrollo de la humanidad.”
Con el paso del tiempo, la ciencia acabo desechando el problema, por considerarlo incompatible con la objetividad científica. Pues las leyes humanas del lenguaje es estudiado por la Lingüística. 
La incógnita sobre este tema aún es un misterio, aunque a pesar de lo planteado en la Biblia, las investigaciones expuestas por la ciencia son más creíbles que la historia de Babel. 


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