sábado, 24 de agosto de 2013

ARTE PERSA

Los sitios arquitectónicos más antiguos de la sociedad fueron construidos en PERSA.
La antigua Persia, era un país de Medio Oriente, sobre el actual territorio de Irán, limitaba al norte con el Mar Caspio, Armenia y Rusia, al este con Afganistán, al sur con el Golfo Pérsico y al oeste con Irak. En Persia se estableció unos de los imperios más grandes del mundo lleno de conquistas y riquezas. Ciro el grande fue quien fundó el primer Imperio persa bajo la dinastía aqueménida. Este imperio se extendió durante su reinado, pues conquistó la mayor parte del suroeste de Asia así como gran parte de Asia central, desde Egipto y el Helesponto hasta el río Indo. 

Arte en Persia.
El arte persa refleja influencias egipcia y caldeo-asiria. Las ruinas de sus palacios denotan la presencia de elementos tomados de ambas culturas.  En la época aqueménida (Ciro el Grande, Cambigen II, Darío I, Jerjes, Artajerjes, Darío II, Artejerjes II, Artejerjes III, Darío III) el arte se expresa en escultura y la arquitectura, en grandes ciudades: Pasargardas, Susa, Persépolis, fundadas por estos dos últimos. 
Persépolis cuenta con la mayor apadana jamás construida, llena de detalles sorprendentes y carismáticos de la civilización persa y con una extensión de tiene 112.000 metros2. Era el eje administrativo de la ciudad con una altura y una grandeza muy superior al resto de edificios de la ciudad. Se necesitaron miles de arquitectos, artesanos y trabajadores para la construcción de Persépolis. 
Persa fue el primer pueblo que, pretendiendo hacer síntesis imperial de los estilos de su tiempo, produjo un arte nacional. Es decir, de la suma de las partes salió un todo que era ya mucho más que la mera adición de las influencias recibidas, pues era ya otra cosa, un nuevo arte que estaba impregnado de las características propias de una cultura de gran importancia. En esta ocasión nos enfocaremos en dos de los grandes sitios arquitectónicos más antiguos de la sociedad  construidos en el poderoso imperio. 
El Mausoleo de Halicarnaso
Considerada una de las siete maravillas del mundo. Era una tumba monumental de mármol blanco construida en el año 305 para Mausolo (gobernante más destacado de la satrapía de Caria) bajo las órdenes de su esposa Artemisa cuando este murió. Artemisa tomó la decisión de alzar en la colina más alta de la ciudad el monumento funerario más impresionante que jamás se hubiese construido. La construcción fue comenzada durante el reinado de Mausolo y fue terminada alrededor de 350 a. C., 15 días después de su muerte y un año después del fallecimiento de Artemisia.
Esta tumba destacaba por la belleza de su diseño y por la riqueza de sus esculturas. En su construcción intervinieron los mejores artistas de la época: Piteo, Bryaxis, Leochares, Scopas y Timotheus. Quienes edificaron una base rectangular revestida con placas de mármol, sobre la que asentaron 117 columnas de estilo jónico en doble hilera que sostenían un techo de forma piramidal. La edificación completa superaba  los 40 metros de altura. El mausoleo estaba dividido en tres partes: un podio de planta cuadrangular, una columnata intermedia con 36 columnas y un cuerpo piramidal coronado por una cuadriga. 
En el siglo XIII un terremoto derribó la parte superior del monumento y sus restos fueron utilizados por los caballeros de Rodas para construir el castillo de Bodrum. Muy poca gente ha recibido un monumento funerario tan impresionante como el de Mausolo. 
Arqueros de Susa 

Irán posee numerosos tesoros escondidos a lo largo de su vasto territorio. Uno de ellos es el llamado Palacio de Susa, creado en la época aqueménida, y recrea el pasado de la región durante los tiempos antiguos, proyectando la cultura, arquitectura y arte de los ancestros.
EL Friso de los arqueros adornaba el famoso palacio mandado a construir por orden de Darío I (522-486 a.C.), que trasladó la residencia real y la administración del Imperio, desde Pasargada hasta Susa, la nueva sede.
Muy poco ha llegado de su riqueza constructiva y decorativa, que debió ser inmensa. Pero se conservan en el Musée du Louvre de París abundantes fragmentos de los frisos que decoraban la residencia real y que datan del siglo v a.C. Algunos, realizados en relieves esmaltados sobre ladrillos, muestran a animales en procesión, unos reales y otros fantásticos, inspirados sin duda en la famosa Puerta de Isthar de Babilonia. 
Los persas lograron un dominio extraordinario de la técnica del esmalte, introducida por los ka-sitas y perfeccionada durante el Segundo Imperio Babilónico. Esta técnica tuvo una enorme difusión, ya que con ella se conseguía un efecto decorativo de gran impacto visual.
La arquitectura persa es, como hemos visto, un arte monárquico, en el sentido de que casi la totalidad de sus realizaciones está ligada directa o indirectamente con la realeza. Actualmente es considerada como una concepción artística que destaca por ser ecléctica, comprensiva e internacional.

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