sábado, 7 de septiembre de 2013

UN LEGADO ARQUITECTÓNICO

La inteligencia es una gran capacidad de entender, asimilar, elaborar información y utilizarla para resolver problemas. En gran parte de la historia diversas figuras han utilizado esta inteligencia para dejar  huellas en el mundo. Transformaciones  que le han dado un giro completo a las sociedades dejando un legado que hasta la fecha recordamos. 
Dentro de los más grandes descubrimientos en el mundo se encuentran los hallados en Egipto, hogar de acontecimientos impresionantes. Durante los últimos trescientos años, científicos han encontrado en Egipto tesoros ocultos de entre la arena, las rocas y las aguas del Nilo.  Hace miles de años un asombroso invento hizo posible la primera pirámide sobre la tierra, utilizando bloques de piedras hechos por el hombre, moldeados por una  tecnología llamada arikat. Esta obra fue elaborada por Imhotep  arquitecto y médico egipcio del rey Djeser o Zoser, de la III dinastía egipcia. Llegó a alcanzar, gracias a su valía personal, un significativo puesto en la Corte real, y llegó a actuar como consejero personal del rey a plena satisfacción de aquél. El logro más grande de éste en la historia llegó gracias a uno de los más importantes desarrollos arquitectónicos de su época, la reconocida pirámide de Saqqara, la primera en su tipo.


Esta construcción diseñada con el fin de servir de cámara funeraria al faraón, resulto ser uno de los desafíos más importantes en la vida de Imhotep. La pirámide necesitó la extracción, transporte y montaje de miles de toneladas de piedra caliza, desafío notable ya que nunca se había utilizado en grandes construcciones, para las que se usaban ladrillos de adobe, fáciles de hacer y baratos.
Un gran problema técnico era el peso de la piedra: Imhotep lo solucionó en parte usando bloques relativamente pequeños, más fáciles de transportar y manejar. Por otra parte, las columnas son decorativas o están adosadas a los muros, sin sustentar mucho peso. Hay que tener en cuenta que en esta época el metal utilizado en herramientas era el cobre, poco adecuado para estos trabajos.
Saqqara es uno de los misterios más grandes de Egipto. Su historia nos revela las más increíbles respuestas, comenzando por el genio multifacético, el fabuloso personaje que la diseñó y dirigió su construcción. El arquitecto Imhotep, cuyo nombre significa el sabio que viene en paz, sumo sacerdote de La Escuela de Misterios de El Ojo de Horus, tiene uno de los lugares destacados en la historia del hombre. Primer Ministro, Gran Visir y Canciller del faraón Djoser que reina en la tercera dinastía alrededor del año 2800 AC. Imhotep nace un 31 de mayo, hijo del arquitecto Kanopher y de su mujer Kreduhuonc. Pero su contribución a la arquitectura lo hizo merecedor de considerarlo un genio en Egipto, su legado transformo a un pueblo y su atribución ayudo a la construcción de obras impresionantes que han dejado huella en la historia.  

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