TRES VISIONES DIFERENTES

Desde Aristóteles hasta mediados del siglo XIX se consideraba que Dios había sido el artífice de la Creación  incluso se daban fechas exactas: el arzobispo Usher, en 1951 y tras el estudio de 

diversos textos sagrados, concluyó que Dios comenzó la creación del mundo a las doce del mediodía del 26 de octubre y terminó el 1 de noviembre a las nueve de la mañana del 4.004 a.C. Mucho antes, San Isidoro de Sevilla, en su obra Etimologías, da un cómputo cronológico detallado, relacionando datos bíblicos e históricos, en el que la Creación habría tenido lugar 5.210  años antes de Cristo. 

Pero la creación divina de lo orgánico sólo incluía al hombre y los demás organismos superiores; las criaturas pequeñas, como insectos y ratas, surgían de la propia podredumbre y durante siglos esto se mantuvo como una certeza. Quizá por esta razón diversos científicos iniciaron sus propias investigaciones sobre el origen de la vida, a pesar de las contradicciones que estas presentaban ante teoría creacionista, planteada en la Biblia en Génesis 1.

Una de ellas es la planteada por Charles Robert Darwin y su teoría de la evolución.  La teoría de la evolución que postuló Darwin tuvo un enorme impacto en el pensamiento europeo de la segunda mitad del siglo XIX. Los principales argumentos del origen de las especies, que se publicó en 1859 son:

1. Los tipos biológicos o especies no tienen una existencia fija ni estática sino que se encuentran en cambio constante.

2. La vida se manifiesta como una lucha constante por la existencia y la supervivencia.

3. La lucha por la supervivencia provoca que los organismos que menos se adaptan a un medio natural específico desaparezcan y permite que los mejores adaptados se reproduzcan, a este proceso se le llama "selección natural".

4. La selección natural, el desarrollo y la evolución requieren de un enorme período de tiempo, tan largo que en una vida humana no se pueden apreciar estos fenómenos.

5. Las variaciones genéticas que producen el incremento de probabilidades de supervivencia son azarosas y no son provocadas ni por Dios (como pensaban los religiosos) ni por la tendencia de los organismos a buscar la perfección (como proponía Lamarck).

 En resumen, la evolución es un proceso de selección natural en la cual, en una primera etapa se produce la mutación, recombinación y acontecimientos al azar (producción de la variabilidad genética), para en una segunda etapa quedar regulada esa variabilidad mediante la selección natural, y en la cual la selección artificial generada por el hombre no produce variabilidad. Implícita en su teoría está también la idea de que la evolución tiende a la perfección de la especie. El único punto débil que hoy se achaca a esta teoría es la suposición de que prácticamente todas las adquisiciones sean hereditarias.

Por otro lado nos encontramos con la Teoría extraterrestres donde grandes autoridades científicas creen que la vida a la Tierra llegó desde el espacio. El experto genetista reconocido mundialmente, el Dr. Sir Francis Crick, asegura que seres llegados desde un remoto lugar del Universo habrían sembrado la vida sobre la Tierra, hipótesis que aparece relatada ya en las antiguas tradiciones sumerias, entre otras. 

Por lo tanto, según la ciencia seríamos algo así como hijos de las estrellas. Y quizá allí, se pudiera encontrar el origen de la esencia humana, el código genético que nos ha preparado para evolucionar hasta convertirnos en seres inteligentes. 

De estas teorías, sería difícil seleccionar cual es la más creíble. Pero me inclinaría en la teoría de la evolución. Y es que muchos consideran que las prisas de Charles Darwin por publicar cuanto antes  su libro sobre el origen de las especies, lo llevo a entregarlo de forma “incompleta”. Puesto que Darwin no a bordo de manera explícita el origen y evolución de los seres humanos y no se citan referencias bibliográficas. 

Por cierto las religiones cristianas se encargaron de la no divulgación de la teoría de Charles Darwin. Esto para que las personas solo creyeran en la teoría creacionista. A pesar de ello con el tiempo cada uno podrá sacar sus propias conclusiones sobre el verdadero origen del hombre.