viernes, 6 de diciembre de 2013

LA BELLEZA EN EL ARTE



El arte no debe identificarse forzosamente con los gustos propios de cada individuo, por lo que el acercamiento a la obra de arte debe estar por encima de las impresiones personales. Una obra de arte no es un simple producto al azar; responde a un momento histórico y es simple consecuencia de técnicas, unas necesidades y unas ideas. En este sentido es importante situarse en el espacio y el tiempo en que la obra fue realizada y conocer elementos como el estilo y las tendencias estéticas e ideologías que impulsaron a su realización. Dentro de estos aspectos resalta el Concepto de belleza que los artistas plasmaron en sus obras. 

Cabe destacar que a lo largo de la historia el concepto de belleza ha ido cambiando. En un principio se comenzó a tratar el concepto de belleza unido a lo “bueno” o lo “justo”.  Más tarde se separaron ambos conceptos y se comenzó a hablar de que bello era todo aquello que satisfacía a los sentidos, especialmente a la vista y el oído. Junto a estas ideas se mantenían otro tipo de reflexiones en las que lo bello era todo aquello que mantenía las debidas  medidas y proporciones. En la Edad Media, como consecuencia de la intervención del Cristianismo, la belleza dependía de la acción de Dios. Durante los siglos XV y XVI en Italia surge un nuevo concepto de belleza unificando la reproducción de la naturaleza, imitando todos sus detalles con la más mínima precisión, con un grado de perfección sobrenatural, de subjetividad, que se manifiesta en la utilización de técnicas nuevas y de efectos de luz y color que envuelven las figuras y los paisajes. En esta etapa del Renacimiento surgió la “Gran Teoría” de la belleza que buscaba la armonía de las partes, de vuelta al concepto de belleza de la Antigüedad Clásica, dando suma importancia al equilibrio matemático de las partes.
Y es esta época (renacimiento) donde grandes artistas plasman el concepto de belleza en el arte, imponiendo  su propio carácter.  Estos fueron influidos en los conceptos del neoplatonismo que estaba primando en la cultura, desarrollando criterios propios que les harán colocarse como pioneros. Entre ellos destacan Rafael, Leonardo y Miguel Ángel.

Obras y el concepto de Belleza
Creadores


El hombre de Vitruvio

Leonardo da Vinci realiza una visión del hombre como centro del Universo al quedar inscrito en un círculo y un cuadrado. El cuadrado es la base de lo clásico: el módulo del cuadrado se emplea en toda la arquitectura clásica, el uso del ángulo de 90º y la simetría son bases grecolatinas de la arquitectura. En él se realiza un estudio anatómico buscando la proporcionalidad del cuerpo humano, el canon clásico o ideal de belleza. Para Leonardo, el hombre era el modelo del universo y lo más importante era vincular lo que descubría en el interior del cuerpo humano con lo que observaba en la naturaleza.



Leonardo Da Vinci

Leonardo, formado en contacto con el núcleo florentino neoplatónico, no abandona la idea de que la belleza es algo inmaterial, aunque ésta no se va a manifestar, como lo hacía en Botticelli, a través de metáforas y apologías, sino mediante una imagen visual directa, búsqueda que ocupa toda la actividad pictórica del artista.





El David, de Miguel Ángel Buonarroti, es una de las más conocidas e importantes creaciones del autor, y también del Renacimiento ya que muestra las tendencias que se desarrollaron en esta etapa, que vivió especialmente Italia. Es una escultura de bulto redondo, de 4,34 metros de altura, hecha en mármol.

De nuevo es extraordinaria la maestría del artista esculpiendo el cuerpo humano como algo bello que, como obra divina, no hay que ocultar, pues nada feo hay en él, ni tratándose de un personaje de la historia sagrada, como David.
Se pueden apreciar a la perfección los músculos y las venas del cuerpo, el pelo rizado, las cejas, siendo de nuevo el cuerpo y la belleza física del mismo un medio para transmitir ideas superiores y una belleza de índole espiritual, que nos lleva a admirar al héroe y a imitar sus virtudes.
Refuerza la idea platónica de la belleza identificada con los valores morales. El arte sirve también para conmover el alma del que lo contempla, para moverle a la reflexión.








Miguel Ángel

Conocido por el “divino Michelangelo”, fue reconocido por sus propios contemporáneos como un genio, una gran poeta y arquitecto, y también como pintor, escultor y proyectista.

Lo que está claro es que toda la obra de Miguel Ángel y su manera de entender la belleza y el arte reciben la influencia del pensamiento platónico. La belleza externa de las cosas es reflejo de una belleza superior, apunta a una realidad que trasciende la materia de las cosas.







A pesar del uso continuo de “Bellas Artes”, no es satisfactorio para la mentalidad moderna identificar el arte con la belleza, si por esta se entiende solamente una perfección formal. La belleza hay que tomarla en el sentido de expresión de una armonía. 


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