Grandes civilizaciones antiguas plasmaron su huella en grandes obras que hasta en la actualidad los métodos utilizados en esas épocas aún se mantienen. Antes de la conquista europea, los pueblos que habitaban América tenían diversas formas de organización económica, social y política. Algunos habían desarrollado sociedades urbanas y otros sólo practicaron una agricultura simple o eran cazadores y recolectores.
Uno de los pueblos que se caracterizó por su poderío ejército fue el azteca, fueron un pueblo de cultura nahuat, de la zona de Mesoamérica, que se desarrollaron desde el siglo XIV hasta el siglo XVI. Estableciéndose en el valle de México. Allí fundaron su ciudad capital llamada Tenochtitlan, ubicada en la zona del lago Texcoco. En ese lugar se encontraron con otros pueblos y con ellos lucharon por la obtención de las mejores tierras y por el control político de la región. A los pocos años dominaron a todos sus vecinos y establecieron un imperio que impuso su predominio en toda la zona.
La agricultura fue la base de la economía azteca, y el maíz, la calabaza y el poroto, los cultivos más importantes. El comercio también era una actividad muy extendida. Intercambiaban productos con pueblos de diferentes regiones. Los comerciantes llegaban hasta lugares lejanos con artículos de mucho valor y de poco peso, como el cacao, gemas o algodón. El regadío y las terrazas fueron técnicas que utilizaron para la agricultura. Pero la técnica de las chinampas era la más utilizada. Éstas eran balsas de tierra que flotaban en los lagos y sobre las cuales se cultivaba.
Algunas manifestaciones de los aztecas fueron las grandes construcciones, la música y la poesía, los frescos coloridos y las pinturas murales también destacaron en las artes aztecas.
Al conocer el trabajo realizado por esta y otras civilizaciones surge la pregunta de qué hubiese pasado si los españoles no hubiesen usurpado el continente americano. Y es que en el caso de El Salvador este evolucionó de una sociedad netamente de pueblos originarios a ser una predominancia mestiza. Nunca los europeos fueron la mayoría, El Salvador nunca fue un destino popular comparado con otros sitios de América. Nuestra identidad ahora está relacionada con los símbolos religiosos que se han mutado a prácticas sociales. Nuestra identidad es una homogenización entre lo indígena y lo español basado en la religión católica.
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